PASAJE
LEÓN Y BARRIO SAN FRANCISCO: INVESTIGACIÓN HISTORICA E INTERVENCIÓN
ARQUITECTÓNICA
Esta publicación narra el origen y
formación de un tradicional barrio cuencano: San Francisco, cuya evolución suscitó
la transformación de inmuebles junto a la plaza homónima ejemplificada con la
historia del Pasaje León y el relato
de su puesta en valor.
Durante la colonia y hasta entrada
la República, San Francisco albergó la residencia de un estrato social alto por
su cercanía con la cuadra central que contenía la plaza mayor y edificios
gubernamentales y religiosos de importancia; sin embargo a mediados del
decimonónico, se torna comercial debido al crecimiento económico de la Ciudad y
su Plaza se usa como mercado con el consecuente reemplazo de la burguesía por
clases populares, en tanto los grandes comerciantes empezaron a invertir en
propiedades e inmuebles en aquel sector.
En este contexto y frente a la
Plaza, el negociante Víctor León Almeida erigió un inmueble con un pasaje que
conectaría dos calles y que incorporaba el concepto visionario de centro
comercial, engalanado con estéticas neoclásicas e historicistas que lo destacaron
de las casas comerciales del barrio y expresaron la distinción de su propietario,
cuyos orígenes humildes no le impidieron emparentarse con una adinerada familia
de exportadores de sombreros de paja toquilla.
Al sustituir paulatinamente
vivienda por comercio, el paisaje urbano-arquitectónico se modificó y algunas
de las antiguas casas vernáculas de planta única subieron de altura, se
cobijaron con portales exteriores hacia la Plaza y se ocultaron bajo ornamentos
internacionales, esta evolución es comprensible sólo de la mano de los complejos
procesos históricos de expansión y retracción económica que atravesó la Ciudad.
A mediados del siglo XX –en los 70s–
San Francisco decayó por la salida de las últimas familias residentes,
coincidiendo este fenómeno con el éxodo de las élites del resto del centro
histórico hacia nuevas zonas marginales, en tanto que los grandes y suntuosos
inmuebles se convertían en conventillos.
Para reactivar el sector y
perpetuar su memoria, la Municipalidad adquiere el Pasaje León y lo entrega en el año 2015 para cumplir la doble
función de albergar parte del comercio de la Plaza en planta baja y destinar
los altos para oficinas públicas, usos que complementarían la ambiciosa reactivación
de esta peculiar barriada morlaca.
Como unidades urbanas
más pequeñas, los barrios son baluartes del legado cultural y custodios de la
memoria de los pueblos, es decir, no es posible recordar sin ayuda de imágenes
vívidas ordenadas en espacios arquitectónicos. Con este preámbulo, la historia
de los barrios cumple la doble función de proporcionar el contexto en el cual
la arquitectura y los hábitos que ella cobija adquieren sentido –sobre todo en
épocas posteriores a su génesis– mientras que hacen posible la conexión generacional
y salvan la brecha tecnológica que separa la contemporaneidad del pasado al procurar
elementos de conexión manifiestos en arquitecturas y espacios públicos,
símbolos que revisten una fuerza y vitalidad tales que los convierten en
auténticos referentes de la identidad cuencana y de la memoria de la Ciudad.
Descar libro aquí: PASAJE LEÓN Y BARRIO SAN FRANCISCO